MADRID.– Si parece un pato, nada como un pato y grazna como un pato, puede no ser un pato, sino otro animal modificado genéticamente para asemejarse a un pato.
Este lunes conocimos a Rómulo y Remo, presentados en sociedad como “los dos primeros lobos gigantes en más de 10.000 años”.
La potente empresa biotecnológica Colossal, que hace un mes mostró unos ratones lanudos con genética de mamut, aseguraba en el encabezado de su email para la prensa: “Los primeros animales desextinguidos ya están aquí”.
Pero estrictamente hablando ni son lobos gigantes ni representan la primera especie en resucitar.
Y eso no quita un ápice de interés al logro, ni lo hace menos revolucionario: es probable que esta misma empresa nos vaya a permitir volver a ver dodos y tilacinos.
La ciencia que hay detrás es de gran calidad, con científicos de primer orden como George Church y Beth Shapiro, pero la valoración de la empresa depende de seguir administrando con audacia estos golpes mediáticos..